Hace unos días un conocido nos dijo que un amigo suyo le había dicho que Jamón BEHER era uno de los mejores jamones que había degustado, a lo que él que es muy curioso le preguntó:
“Cuántos jamones has probado para poder afirmar eso?”
Hubo un silencio, hizo memoria, y le respondió: “Son muchos los eventos y jamones que he tenido el placer de probar y sé con certeza que BEHER es el mejor.”
Nos comentó que tenía como costumbre cada viernes al terminar su jornada, regalarse un momento de placer con un buen plato de jamón 100% ibérico de BEHER, acompañado de un buen vino.
No quiso decir la marca de éste porque era algo muy especial e íntimo para él y no quiso compartirla.
Para él iniciar un buen fin de semana empezaba con un ritual gastronómico lleno de sabor y que le aportase felicidad y calma. ¡Y qué mejor que el jamón!
Nos hizo gracia una frase que dijo con los ojos casi en blanco: “A medida que lo saboreas te invade una calidez sobrenatural, y creo que por eso la gente se hace adicta a las cosas”.
Desde entonces nos referimos a él como El buen amigo de BEHER.
Nos encantó tanto esta historia, que cuando el equipo de BEHER llego a casa fuimos a buscar esa calidez y sí, tenía razón, cada loncha de jamón era fuego de sabor para todos los sentidos.
¿Te apetece un plato de jamón ibérico después de una anécdota tan sabrosa?
